Consejos para parejas sobre administrar el dinero
Sea transparente. Sean honestos unos con otros acerca de su estado financiero. Al entrar en una relación comprometida, cada socio debe conocer el estado de las deudas, los ingresos y los bienes de la otra persona. Cualquier sorpresa en el camino puede sentirse como deshonestidad y conducir a un conflicto.
Discuta con frecuencia los planes futuros. Cuanto más cerca estés de tu pareja, más querrás saber sobre los planes futuros de la otra persona. Niños, cambios de carrera planificados, viajes, pasatiempos, expectativas de jubilación: todo esto dependerá del dinero y los recursos compartidos. Así que discuta estos planes y cree la hoja de ruta financiera para acompañarlos. Recuerde que incluso las personas en un matrimonio a largo plazo pueden ser sorprendidas si no mantienen la comunicación y descubren que las prioridades de su cónyuge han cambiado con el tiempo.
Conozca sus niveles de comodidad. Mientras discute sus planes futuros, plantee hipótesis: ¿Cuánta deuda es demasiada? ¿Qué nivel de gasto versus ahorro es aceptable? ¿Cuánto gastaría en un auto, casa o vacaciones? Es posible que se sorprenda al saber que sus suposiciones sobre estas cosas quedan fuera de la zona de confort de su pareja.
Divide responsabilidades, une fuerzas. Trate de dividir las tareas financieras, como pagar ciertas facturas, actualizar un presupuesto, contribuir al ahorro y concertar citas con asesores fiscales y financieros. Luego intercambie periódicamente responsabilidades a lo largo del tiempo. Incluso si una persona tiende a ser mejor con los números, es mejor que ambos miembros participen. Al tener una mano en las decisiones de presupuesto, planificación y gastos, se le recordará constantemente cómo lo que está haciendo contribuye financieramente a la fortaleza de su relación.
Aprende a amar comprometiéndote. No hay dos personas que tengan las mismas prioridades o personalidades, por lo que habrá diferencias de opinión. Una persona va a querer gastar, mientras que la otra quiere ahorrar. Las vacaciones pueden estar en la mente de su cónyuge, mientras que usted quiere ahorrar dinero para comprar un auto nuevo. Al reconocer que estas diferencias de opinión ocurrirán, se sentirá menos frustrado cuando sucedan. Trate cualquier problema como una oportunidad para negociar y comprometerse.
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